Aquellos que hayáis decidido instalar Windows 10 en vuestro PC habréis notado que no siempre va a la velocidad deseada.
Afortunadamente, hay muchas recomendaciones que podrán ayudaros a mejorar la efectividad con la que trabaja este sistema operativo. Aquí tenéis cinco consejos para que Windows 10 funcione un poco más rápido:
1. Elimina programas de inicio automático que no sean necesarios
Este es uno de los trucos de manual más antiguos, y la mayoría de vosotros ya os habréis dado cuenta de que tener programas que se abren de forma automática cuando encendéis el ordenador puede ocasionar retrasos importantes en el tiempo de arranque. Si quieres encontrar las aplicaciones que se activan automáticamente cuando enciendes tu ordenador, simplemente presiona Ctrl + Shift + Esc cuando el sistema esté arrancando. Haz click en Inicio para ver qué programas se están iniciando. ¿Sabías que todos estos programas estaban en funcionamiento? Si crees que algunos de dichos programas no son necesarios, simplemente desactívalos pulsando la tecla derecha de tu ratón.
Podría ser también beneficioso comenzar a poner el ordenador en modo suspensión cuando no lo estés usando, en vez de apagar el sistema. Sin embargo, te recomendamos reiniciar tu PC al menos dos veces a la semana para asegurarte de que el sistema se actualiza y no pierde nada importante.
2. Borra las aplicaciones basura
Ciertas aplicaciones conocidas como crapware o bloatware pueden causar problemas en el funcionamiento del sistema. Algunas de estas aplicaciones vienen instaladas por defecto, aunque no tuvieras conocimiento de su existencia. La razón principal por la que dichas aplicaciones podrían estar afectando al rendimiento de tu ordenador es que consumen recursos, y normalmente su desinstalación no es fácil (¡básicamente, porque no sabes ni que existen!). Una buena idea podría ser estar atento a las aplicaciones que has instalado y tratar de eliminar todas aquellas que no utilices. Para hacer esto de manera rápida y sencilla, solo tienes que ir a Ajustes en el menú Inicio, seleccionar Sistema, y después Aplicaciones Predeterminadas. Aquí, puedes elegir aquellas aplicaciones que no uses y desinstalarlas. Ten en cuenta que Windows no te dejará eliminar algunas de ellas.
3. Estate atento a los virus y al malware
A pesar de que Windows 10 no es completamente inmune a los virus y malware, hay una buena aplicación que puede actuar como antivirus y detector de malware. Windows Defender es uno de los mejores productos ofrecidos por Microsoft, y posibilita realizar un análisis del sistema en tiempo real. Dado que el programa se actualiza regularmente, puede actuar contra las amenazas más recientes. Este es un programa de fábrica que no requiere ninguna instalación extra ni el pago de ninguna cuota de suscripción. Como ha sido desarrollado por Microsoft, está perfectamente integrado dentro del sistema y su consumo de recursos es básicamente mínimo. Si quieres comenzar a usar Windows Defender solo necesitas activarlo en el menú Herramientas (menú Inicio) > Opciones > Protección en tiempo Real y seleccionar la opción Usar Protección en Tiempo Real.
4. Usa la Solución de Problemas de Windows
No muchas personas tienen en cuenta esta útil herramienta, pero es una buena manera de saber si tu sistema está teniendo algún problema de funcionamiento y qué hacer para solucionarlo. Para lanzar el programa, simplemente escribe Solución de Problemas en la casilla de búsqueda y pulsa el icono con el subtítulo Panel de Control. Después dale al enlace de “Ejecutar tareas de mantenimiento” que encontrarás en el apartado de Sistema y Seguridad. Una vez que aparezca la pantalla de “Solucionar y ayudar a evitar los problemas del equipo", pulsa "Siguiente". Solución de Problemas te permitirá encontrar las carpeta y accesos directos que no estés usando, y puede identificar si existe algún problema en tu PC que esté afectando a su funcionamiento. En definitiva, es muy buena opción para limpiar tu ordenador de forma rápida y sencilla.
5. Mantén tu sistema actualizado
No hay nada más molesto en la vida que descubrir que Windows tiene una nueva actualización preparada, y que tienes que reiniciar tu sistema y esperar por un tiempo que te parecerá años. La verdad es que por muy aburrido que pueda ser esperar a que se complete la actualización del sistema, una vez que esté instalada te ayudará a ahorrar tiempo a largo plazo, pues tu PC funcionará mejor.
Si tienes el hábito de posponer nuevas actualizaciones, tu sistema se hará más lento, por lo que de vez en cuando vale la pena tomarse el tiempo de reiniciar y actualizar para poder operar lo más fluido posible.
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