¿Por qué un SSD?
El proceso de carga de programas y escritura de datos a tu disco duro es lento, pero usando un SSD puede ser realmente rápido. Si nunca antes has tenido uno de ellos en tu ordenador, prepárate para sorprenderte.
Los discos de estado sólido no cuentan con partes móviles, como sí tiene los discos duros tradicionales, y son mejores que estos en casi todos los aspectos. Usan mucha menos energía que los discos duros, producen mucho menos calor y no vibran. Además, son tres o cuatro veces más rápido en lecturas y escrituras secuenciales.
Y lo que es más importante, los
SSD tienen tiempos de acceso aleatorio muy rápidos. El acceso aleatorio mide la cantidad de tiempo que le lleva a un disco duro acceder a un bit de información aleatorio almacenado en el disco. Un disco duro mecánico tiene que mover físicamente un cabezal magnético hasta una parte específica de un disco rotatorio para leer la información. Esto lleva sobre 17 ms en un disco mecánico rápido, mientras que un SSD puede hacer lo mismo en menos de 0,1 ms. Y toda esa velocidad se va sumando.
Qué SSD tengas importa, pero no tango como el hecho de que tengas cualquier SSD decente, en comparación con un disco duro mecánico estándar. La mayoría de la gente nunca notará la diferencia entre un SSD de alta gama y uno simplemente decente, pero en cambio sí se nota, y mucho, la diferencia entre un SSD y un disco mecánico.
Si tienes un ordenador con un disco duro estándar, ese disco es la parte más lenta de tu equipo. El resto del ordenador tiene que esperar a que la información sea leída o escrita en el disco.
Todo lo que hagas que necesite acceder a la información de tu disco duro será mucho más rápido en un SSD.
Son tan rápidos que han superado a la interfaz que los conecta al ordenador. La actual generación de SSD ya saturado el ancho de banda de la interfaz SATA, y la industria ya se está pasando al PCI Express- Los SSD con PCIe ya están disponibles, pero la realidad es que no son necesarios, o no merecen el sobre coste, para la mayoría de la gente. Algunas compañías, como Apple y Acer, ya usan SSD con PCI en algunos de sus portátiles, pero esos SSD no son reemplazables por el usuario por lo común.
Los únicos aspectos en el que los discos mecánicos todavía superan a los SSD son el precio y la capacidad. Los SSD todavía son más caros que los discos mecánicos, y los discos más grandes pueden almacenar más información que los SSD de mayor capacidad. De hecho, puedes hacerte con un disco para sobremesa de 6TB por cuatro céntimos por gigabyte, y un disco duro para portátil de 1TB por siete céntimos el gigabyte. El Crucial BX100 de 1TB cuesta $375, y el Travelstar 7K1000 de 1TB, un disco mecánico, cuesta $70. Y eso es una gran cantidad de almacenamiento por no mucho dinero.
La diferencia de precio se está acortando a la par que la gente cada vez almacena más información en la nube y menos en sus ordenadores. Un SSD decente podía costar en 2010 $3 por gigabyte y $1 en 2012. Hoy en día, en 2015, puedes hacerte con un buen SSD por menos de 40 céntimos el gigabyte.
¿Quién debería usar un SSD?
Deberías hacerte con un SSD como el Samsung 850 EVO de 500GB si tienes un ordenador de hasta tres años de antigüedad y un disco duro tradicional, o bien un SSD con muy poca capacidad o muy desfasado. Sin embargo, esto solo debe aplicarse si piensas mantener el mismo equipo al menos otro año, o si crees que puedes mantener el SSD en el siguiente ordenador que compres. De lo contrario, no hay motivo para actualizar un equipo que en poco tiempo vas a reemplazar.
Sinceramente, si tu ordenador tiene ya un SSD, la única razón real para comprar otro SSD diferente es si te quedas sin espacio en él. Pero nunca vas a notar la diferencia de velocidad, a menos que vayas a escribir archivos enormes cada día y creas que merece la pena ganar unos cuantos segundos. Los SSD de mis ordenadores de sobremesa tienen ambos en torno a tres años y la única vez que noto algún bajón en la velocidad es cuando accedo a algo que está en el disco duro mecánico.
También deberías actualizar tu RAM si tienes en tu ordenador 4GB o menos. 8 GB de RAM puede suponer una gran diferencia en el uso diario, pero 16 GB puede que sea excesivo para la mayoría de usuarios.
El mercado de los SSD para sobremesa está pasando desde SATA a PCIe, pero todavía tendrás puertos SATA en tu próximo ordenador. Para portátil, comprueba la página erb de tu fabricante o usa
la herramienta asesor de actualización de Crucial para hacerte una idea del tipo de disco que tu portátil usa y si puedes reemplazarlo o no. La mayoría de portátiles antiguos usan discos SATA de 2,5 pulgadas, al igual que la mayoría de portátiles de menos de 600 euros o mayores de 15 pulgadas. Los más nuevos, especialmente los ultrabooks, usan mSATA o el factor de forma M.2, así que con probabilidad encontrarás uno que se ajuste a tu equipo.
¿Qué capacidad deberías tener?
Debido a que los SSD SATA han alcanzado ya el límite de su interfaz, la capacidad de tu disco es casi más importante que el modelo que elijas. El consejo común es hacerse con el SSD de mayor capacidad que uno pueda permitirse. Ahora mismo, la mayoría de la gente debería hacerse con un SSD de 500GB (como los distintos tipos de SSD usan diferentes cantidades de
exceso de aprovisionamiento, las capacidades reflejadas pueden varias entre 480 GB, 500 GB, y 512 GB). Si vas a comprar un nuevo equipo, la opción del SSD de alrededor de 500 GB seguramente costará cientos de dólares más que un SSD de 256GB. De hecho, casi siempre resulta más barato comprar un portátil con un disco duro y reemplazarlo luego con un SSD mayor que comprar desde el primer momento un SSD más pequeño. Pero si vas a comprar un SSD en sí, uno de 500GB es la mejor opción. Un disco más pequeño será más lento y por lo general será más caro por gigabyte.
Los discos con capacidades mayores también tienden a ser más rápidos. Por eso buena parte de la ventaja en la velocidad de los SSD viene de la paralelización. Como AnandTech
dice, “un chip NAND por sí solo no es muy rápido, pero cuando pones una docena o más de ellos en paralelo, el rendimiento aumenta”. Si tu disco tiene menos módulos de los que tu controlador puede escribir sobre ellos a la vez (por ejemplo si tienes una capacidad menor), no será tan rápido como podría. Con los SSD de hoy en día, obtendrás las mejores velocidades en los discos de a partir de 500GB o 1TB. Los discos más pequeños normalmente tienen menores velocidades de escritura, apenas escalando con el número de módulos NAND de la placa. El 850 EVO escapa a esto sobre todo gracias a su función TurboWrite, pero las versiones con mayor capacidad son aún más rápidos con cargas altas de trabajo.
Yo no compraría un SSD con menos de 250GB de almacenamiento siempre que pudiera evitarlo. Los SSD de 128GB (o menos) no tienen suficiente relación coste-efectividad, y además no tienen espacio para almacenar los datos de la mayoría de usuarios.
Nuestra elección: (500 GB)
Samsung 850 EVO
Samsung 850 EVO de 500GB cuesta entre 180 y 210 euros (de 36 a 42 céntimos por gigabyte). Cuenta con cinco años de garantía e incluye el gran software de Samsung Magician, que permite una fácil instalación del disco, así como el mantenimiento e incluso transferencias más rápidas (en Windows). También soporta el cifrado automático completo de disco, lo que resulta necesario para algunos usos corporativos.
Crucial BX100
Si el 850 EVO cuesta sobre 210 euros y no te importa perder algunas características para ahorrar algo de dinero, el Crucial BX100 es tu opción, ya que puede encontrarse por unos 190 euros. No tiene cifrado completo de disco y no viene con software de clonado, así que tendrás que encontrar uno por ti mismo para transferir tu sistema operativo existente y tus archivos al nuevo disco. Pero tiene una buena velocidad y un buen precio, y usa algo menos de energía, así que es el disco por el que deberías ir si no necesitas esas cosas y quieres un buen disco a un precio barato. Solo tiene tres años de garantía y la mitad de resistencia de escritura, pero si es más de 20 euros más barato que el Samsung 850 EVO y necesitas un disco de forma inmediata, ve a por él.
Samsung 850 Pro
Si sueles editar fotos y videos o modelar en 3D, deberías considerar pasarte al Samsung 850 Pro de 512 GB por unos 274 euros. Tiene diez años de garantía y mayores ratios de resistencia de escritura. Sus índices de velocidad no son muy diferentes a los del 850 EVO, pero puede llegar a ser un 50% más rápido (323 MB/s frente a 204 MB/s) en algunos benchmarks de alta intensidad, como el“
Destroyer”de AnandTech, que replica una edición de fotos muy pesada, compilación de códigos, juego y cargas de trabajo de máquinas virtuales. Es el SSD SATA más rápido que puedes encontrar, pero no merece la pena la diferencia de precio para la mayoría de usuarios.
Sus competidores:
El Crucial MX200 puede meterse en el mismo saco. Como el antiguo MX100, cuenta con funciones que no tiene el BX100, como la encriptación completa automática de disco, las protección contra la pérdida de energía, un software de clonación y una serie de características incluidas que ayudan a protegerte contra la pérdida de datos. El modelo de 500 GB también tiene más del doble de resistencia de escritura que el BX100, y cuesta casi lo mismo que el MX100 de 512 GB. Por desgracia, el BX100 es normalmente más rápido en un uso normal y además más barato, por lo que resulta una mejor opción para la mayoría de usuarios, que seguramente no necesitan encriptación ni otros caprichos.
El SanDisk Extreme Pro es un muy buen disco. Se encuentra casi a la par que el 850 Pro en rendimiento, tiene una garantía similar de 10 años y está clasificado con unos 80 TB de escritura. Fue el favorito de AnandTech en las pocas semanas que distaron entre su lanzamiento y el del 850 Pro. El Extreme Pro de 480 GB es sobre unos 4 céntimos por gigabyte más caro que el Samsung 850 Pro de 512 GB. Kristian Vättö nos informa via email que a esa capacidad “elegiría el Samsung porque ofrece más por el mismo dinero (soporta encriptación, RAPID, mayor resistencia…)”. Si necesitas un disco profesional de 1TB, el Extreme Pro tiene más sentido, ya que es sobre 80 euros más barato que el Samsung.
El SanDisk Ultra II es un disco bueno y económico, aunque algo más caro que el Crucial BX100 y (a veces) que el Samsung 850 EVO. También es más lento que el BX100 y el 850 EVO, pero hasta hace poco era la mejor forma de hacerse con un SSD de 1 GB antes de que el BX100 saliera al mercado. Tiene tres años de garantía, un software de gestión decente y no cuenta con encriptación. Sigue siendo un buen disco, aunque sin un precio suficientemente atractivo para convertirlo en una opción obvia.
El Intel SSDNow V300 podría ser una buena opción en términos generales para aquellos que quieran sustituir su viejo disco duro o un SSD que ya tenga algunos años. Pero a su precio actual, alrededor de80 euros en el caso del modelo de 240 GB, el SSDNow V300 es difícil de recomendar dada la competencia que hay. Tanto los Samsung 850 Series como los SanDisk Ultra Plus rinden mejor que el V300 en la mayoría de benchmarks realizadas por distintas páginas, y ambos también se mostraron más rápidos en nuestra pequeña prueba con pequeños archivos, que debería traducirse en tiempos de arranque ligeramente más rápidos y una ejecución de programas más ágil. Los discos de Samsung y SanDisk también tienen algo más de espacio de almacenamiento útil (256GB, contra los 240 del V300).
Otros factores de forma
Para sobremesa
Personalmente, yo todavía me haría con el Samsung 850 EVO de 500 GB, aunque hay algo más de flexibilidad en cuanto a la capacidad, ya que puedes tener fácilmente discos para almacenamiento masivo de hasta 4 TB. También puedes considerar alguno de los discos OCZ, como el Arc 100 o el Vector 180, que por otro lado tiene un mayor consumo de energía, por lo que en condiciones normales sería descartado. Una vez dicho esto, deberías hacerte al menos con 250 GB de capacidad, debido al tema del precio y la velocidad de escritura que ya hemos comentado en relación a los discos más pequeños.
Para portátiles con discos mSATA
Son menos las compañías que hacen discos mSATA que las que hacen los SSD SATA estándar, pero aquí la mejor opción es el Samsung 850 EVO mSATA o el Crucial MX200.
Para portátiles con discos M.2
El nuevo factor de forma M.2 es complicado, ya que tienes que averiguar si tu ranura M.2 es SATA o PCIe y qué tamaño de disco puede acoplarse a ella, y luego qué discos son compatibles. De lejos la mejor forma de asegurarte de esa información es mirando
esta lista. Una vez que sepas el tipo de discos que encaja en tu ordenador, deberías encontrar un SSD Samsung, Crucial, Intel, o Plextor SSD que sea compatible. La versión M.2 del 850 EVO tiene muy buenas reseñas, aunque la versión de 1 TB parece tener
problemas de consistencia. El factor de forma M.2 es todavía muy reciente, así que ningún ordenador que tengas con este formato va a tener, con toda probabilidad, un SSD lo bastante decente, por lo que será mejor que esperes hasta que salgan más opciones de SSD antes de actualizar.
En resumen
Si tienes un ordenador de sobremesa o un portátil que tenga más de dos años de antigüedad, o bien no tienes aún un SSD o tienes uno pero antiguo, lento y con poca capacidad, deberías seguir nuestra recomendación y hacerte con el Samsung 850 EVO de 500 GB. También es una buena opción si vas a comprar un portátil nuevo que venga con un disco duro tradicional, si buscas una opción barata y no te importa realizar una pequeña operación técnica.
El Samsung 850 EVO es rápido y fiable, además de estar fabricado por uno de los grandes nombres en el sector de los discos de estado sólido, que además se encarga de producir todas y cada una de las partes que componen sus discos. Cuenta con una garantía bastante larga, un software potente y un gran precio. Hay muchos discos que son igual de buenos, y algunos incluso son más baratos, pero para la mayoría de la gente, el Samsung 850 EVO supone la mejor combinación de precio y rendimiento. Los pocos discos que hay más baratos, sin embargo, no tiene el software de clonación o la encriptación, y los modelos más rápidos no merecen la pena para la mayoría de usuarios dado el coste añadido.
Fuente: mejorantivirus.net
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