Hasta el momento, dependiendo de la versión instalada y el modelo de smartphone, había que recurrir a un método u otro. Gracias a Kingo, ya existe un método prácticamente universal para rootear casi cualquier smartphone Android del mercado, de una manera rápida y sencilla.
1: Comprueba la compatibilidad
Kingo debería funcionar con la mayoría de terminales existentes en el mercado, pero, antes de empezar, no está de más
comprobar si tu smartphone es compatible con este método. Accede a la
página web que lista los modelos soportados y localiza el tuyo a través del buscador o la lista de fabricantes.
Si no lo encuentras, no te preocupes, no quiere decir que sea incompatible; puede que aún no aparezca listado. Puedes seguir los pasos que vienen a continuación sin miedo alguno y, en el caso de que no funcione, intentarlo con otro método. Los chicos de Kingo aseguran
en su webque su método no supone
ningún riesgo de seguridad.
2: Descarga e instala Kingo
Accede a la
web de descarga de Kingo y hazte con una copia pulsando en el botón verde
Download. Cuando termine de bajarse, abre el instalador y sigue los pasos en pantalla para completar el asistente.
A partir de aquí, debes seguir las instrucciones con total cautela y bajo tu propia responsabilidad. Aunque el proceso es muy sencillo y Kingo es una plataforma robusta, si el terminal se desconecta en mitad del proceso, se queda sin batería o sucede cualquier otro evento inesperado, recuerda: no podemos responsabilizarnos de ello.
3: Habilita el modo de desarrollo en tu Android
Para que Kingo se pueda comunicar con tu smartphone, el modo de desarrollo o dedepuración USB (según la nomenclatura del fabricante) ha de estar habilitado. Para ello, dirígete al menú de Ajustes y localiza la sección Sistema, normalmente ubicada al final del menú.
Allí encontrarás la entrada ‘Opciones de desarrollador’. Entra y comprueba que la casilla ‘Depuración USB’ está marcada. Para verificarlo al 100%, conecta tu terminal al PC mediante el cable USB y verás cómo aparece un nuevo icono en la barra de notificaciones.
4: Ejecuta Kingo
Ahora ya puedes abrir Kingo desde el acceso directo que se habrá creado en el Escritorio. Lo primero será instalar los drivers USB de tu terminal. El proceso está completamente automatizado, así que solo tendrás que esperar unos minutos mientras el programa se encarga de todo.
5: Habilita los permisos de root
Con los drivers ya instalados, sólo es cuestión de pulsar el botón ‘Root’ y esperar a que Kingo haga su magia. Hace tan solo un par de años tanto la instalación de los drivers como la aplicación del exploit podía suponer un auténtico calvario, según qué modelo de móvil fuera. Con Kingo, es cuestión de un par de clicks.
Durante el transcurso de la operación, procura que la pantalla esté siempre activa y desbloqueada. Es posible que al acabar, tu terminal se reinicie automáticamente. Es normal y parte del proceso, así que no te preocupes. Cuando ocurra, presiona el botón Finish y… ¡listo!
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